Por cada suspiro en mis días de amanecer,
veo su reflejo en la luz de la luna,
en aquel lago donde solíamos pasar los días de primavera.
ternura incandecente.
-sin reproche ninguno-
todo gira sin control,
y no quiero, ni debo frenarlo.
de repente se asoma por lo lejos.
sus ojos cada vez mas brillosos.
esta tan cerca mi ángel.
temo perderlo nuevamente.
su señor me da permiso para volver a tocar sus manos.
solo tiene un buen rato
y no quiero volver abandonarlo.
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